La declación de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, en la que afirma que es imposible bendecir las uniones de personas del mismo sexo porque no se puede "bendecir el pecado" no es sólo una postura de Fe. Se inscribe en una arremetida por parte de algunos gobiernos de la Unión Eurpoea contra el colectivo LGBT+. Polonia y Hungría encabezan la avanzada de odio que ha motivado incluso la aprobación reciente de una ley Comunitaria declarando a Europa "zona libre para las personas LGBT+".
Cabe destcar que el Vaticano "decretó" el lunes que la IglesiaCatólica no puede bendecir las uniones entre personas del mismo sexo ya que Dios “no puede bendecir el pecado”. La oficina de ortodoxia del Vaticano, la Congregación para la Doctrina de la Fe, emitió una respuesta formal el lunes a una pregunta sobre si el clero católico puede bendecir o no las uniones homosexuales.
"La Declaración de la doctrina de la Fe, ratificando la caracterización de la homosexualidad como pecado, no es sólo una declaración doctrinaria. Es una declaración profúndamente política", expresó Esteban Paulón, Director Ejecutivo del Instituto de Políticas LGBT+.
De acuerdo a las consideraciones de Paulón"esta declaración se inscribe en el marco de una avanzada de odio hacia el colectivo LGBT+, que encabezan en Europa Polonia y Hungría, y que ahora secunda el Vaticano. No hay sólo un interés religioso en caracterizar a la homosexualidad como un pecado - retrotrayendo el debate en cientos de años - sino hay una decisión explícita de estigmatizar a nuestro colectivo y respaldar las leyes anti LGBT+ promovidas por algunos gobiernos europeos, de fuerte influencia católica."
Asimismo el Director Ejecutivo del IPP LGBT+ consideró la declaración como "una provocación y una respuesta a la ley del Parlamento Europeo que ha declarado a toda la Unión como zona de libre expresión y vivencia del colectivo LGBT+ hace pocos días. Si alguien quiere ver sólo asuntos de fe en ésto, se está perdiendo una parte de la historia."
Para finalizar recordó "esta Declaración muestra que todos los gestos de distención e inclusión del Papa Francisco en 8 años de papado, no han sido otra cosa que demagogia e hipocresía. Nunca hubo voluntad de impulsar un cambio real en esas estructuras y esto es la prueba de ello. Apena, porque este tipo de declaraciones sólo buscan hablitar el odio hacia nuestro colectivo, en momentos en que los discursos, agresiones y crímenes de odio están en alza. En un mundo en el cual aún más de 70 países nos criminalizan y hasta nos penan con la muerte, se hubiera esperado una actitud más responsable por parte del Vaticano. Pero esta claro que no hay interés."
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